8. Los que se quedaron en Huasca
Los hijos de Rodrigo Castelazo y Josefa Badillo nacieron entre 1794 y 1808. No tengo noticias de que ninguno hubiera muerto en la infancia pero de las dos hijas menores, Dolores y Guadalupe, solo tengo sus actas de nacimiento. De los demás hay información diversa, a veces escasa y otras muy abundante.
Dado que los dos matrimonios de Rodrigo Castelazo ocurrieron con una diferencia de 23 años, los hijos de Rita Díaz tenían edades similares a los nietos de Josefa Badillo. Estas diferencias perduran hasta nuestros días, por lo que la mayor parte de los Castelazo de Hidalgo somos sobrinos de los Castelazo de Guanajuato de nuestra misma edad. En este blog iniciaremos nuestros comentarios sobre esta generación de los Castelazo que hicieron su vida en Huasca y sus alrededores (Mineral del Monte, San Miguel Regla, Mineral del Chico), aunque ninguno de ellos nació ahí.
Francisca, la mayor, nació en Tula en 1794 y contrajo matrimonio en el Mineral del Chico en 1821 con Santiago Ibarra Espinosa de los Monteros. Aparte de figurar como madrina de bautismo de algunos de sus sobrinos, no he encontrado otra mención de ella hasta su acta de defunción, que ocurrió en El Chico el 8 de julio de 1874, a la edad de 80 años. Posiblemente la familia de Santiago era de El Chico pues el nombre del cura que los casó era Miguel Espinosa de los Monteros.
El segundo hijo, mi tatarabuelo José Ignacio Ramón Zacarías, nació 1796 en el Mineral del Doctor, en Querétaro, pero pasó la mayor parte de su vida en Huasca. Esto lo sabemos porque cuatro de sus cinco hijos nacieron en Huasca y uno en San Miguel Regla. Se casó con María Luisa Sánchez en Tulancingo, el 26 de septiembre de 1820.
Es interesante comentar que en el acta de matrimonio de Ignacio aparece un padrino llamado Francisco Castelazo. Si revisamos el árbol genealógico no aparece ningún Francisco Castelazo que pudiera lógicamente haber sido su padrino. El hermano de su padre se llamaba José y, aunque su abuelo se llamaba Francisco, en 1820 hubiera tenido 91 años. Es muy posible que este Francisco hubiera sido otro hermano o primo de Rodrigo Castelazo Piña, pero hasta la fecha no he encontrado ningún otro registro de él. Si esto es cierto, el descubrimiento tiene una gran importancia pues podría haber una rama de Castelazos en México completamente independiente de los descendientes de Rodrigo que tenemos bien documentados.
Manuel, el tercer hijo, nació en Tula el 2 de julio de 1799 y tuvo un total de diez hijos, cinco de los cuales llegaron a una edad adulta con seguridad, una hija murió en la infancia y de cuatro no tenemos más registros que sus actas de nacimiento. Los cuatro primeros nacieron en la Ciudad de México entre 1826 y 1834 y los últimos seis en Huasca, entre 1836 y 1845. Las fechas de su residencia en México coinciden en parte con el tiempo en el que el padre de Manuel fue diputado pero su quinto hijo ya nace en Huasca en 1836, el mismo año en el que su padre tiene su último hijo con Rita Díaz.
Luis, el cuarto hijo, nació en Zimapán, Hgo., el 8 de julio de 1801 y, por lo que podemos apreciar en los registros, llevó una vida plagada de tragedias familiares. A los 31 años contrajo matrimonio con Ramona Baca Vergara, hija de Don Agustín Baca, administrador de las Haciendas de San Antonio, San Gerónimo y Tepesala, todas propiedad del Conde de Regla. El matrimonio tuvo cuatro hijos, pero en 1838, en una catástrofe posiblemente ocasionada por alguna enfermedad contagiosa, murieron cuatro miembros de esta familia. El 6 de abril murió el hijo mayor, de cinco años, de "la garganta"; dos días después muere la madre "de fiebre"; el 25 de abril fue el turno de José María, el tercer hijo, de dos años ,"de tos" y finalmente el 14 de junio muere el segundo hijo, de tres años, "de fiebre".
Luis desposó al año siguiente a Josefa Montaño y tuvo con ella seis hijos, cuatro de los cuales sobrevivieron solamente entre 9 días y dos años. Josefa murió de parto cuando nació su sexto hijo y su esposo seis meses después, lo cual estuvo a punto de extinguir esta rama de la familia. Sin embargo, el hijo que nació en el parto que le costó la vida a su madre, Pomposo Castelazo Montaño, vivió 54 años y llegó a ser presidente municipal de Huasca.
El sexto hijo del matrimonio Castelazo Badillo, José Rodrigo, que nació en la Ciudad de México en 1804, se distingue porque tuvo a su primer hijo en 1827 en Tlalpujahua, la tierra que su padre había abandonado 33 años antes para casarse con su madre. La residencia de José Rodrigo en Tlalpujahua parece haber sido breve pues su segundo hijo ya nace en Huasca, pero podría pensarse que su regreso al viejo terruño estuvo motivado por la presencia de algún pariente y esto reforzaría la teoría de que hay otros Castelazo que no proceden de Rodrigo Castelazo Piña. El tiempo y la investigación lo aclararán.
El último hijo del que puedo hacer algún comentario es Lorenzo, que nació en Tula en 1806 y se casó con Rosario Peñarroja. La pareja tuvo cinco hijos, dos de los cuales sabemos que nacieron en Huasca. La segunda hija, María de Jesús, tuvo ocho hijos con Modesto Oropeza y es la cabeza de una de las ramas importantes del árbol tradicional, en el que se registran hasta sus bisnietos.
Esta generación inició la residencia de la familia en Huasca y un buen número de sus descendientes permanecerán en esta población hasta la segunda mitad del siglo XIX. En otros blogs habrá oportunidad de comentar sobre algunos de ellos, que han tenido vidas destacadas e interesantes.
Dado que los dos matrimonios de Rodrigo Castelazo ocurrieron con una diferencia de 23 años, los hijos de Rita Díaz tenían edades similares a los nietos de Josefa Badillo. Estas diferencias perduran hasta nuestros días, por lo que la mayor parte de los Castelazo de Hidalgo somos sobrinos de los Castelazo de Guanajuato de nuestra misma edad. En este blog iniciaremos nuestros comentarios sobre esta generación de los Castelazo que hicieron su vida en Huasca y sus alrededores (Mineral del Monte, San Miguel Regla, Mineral del Chico), aunque ninguno de ellos nació ahí.
Francisca, la mayor, nació en Tula en 1794 y contrajo matrimonio en el Mineral del Chico en 1821 con Santiago Ibarra Espinosa de los Monteros. Aparte de figurar como madrina de bautismo de algunos de sus sobrinos, no he encontrado otra mención de ella hasta su acta de defunción, que ocurrió en El Chico el 8 de julio de 1874, a la edad de 80 años. Posiblemente la familia de Santiago era de El Chico pues el nombre del cura que los casó era Miguel Espinosa de los Monteros.
El segundo hijo, mi tatarabuelo José Ignacio Ramón Zacarías, nació 1796 en el Mineral del Doctor, en Querétaro, pero pasó la mayor parte de su vida en Huasca. Esto lo sabemos porque cuatro de sus cinco hijos nacieron en Huasca y uno en San Miguel Regla. Se casó con María Luisa Sánchez en Tulancingo, el 26 de septiembre de 1820.
Es interesante comentar que en el acta de matrimonio de Ignacio aparece un padrino llamado Francisco Castelazo. Si revisamos el árbol genealógico no aparece ningún Francisco Castelazo que pudiera lógicamente haber sido su padrino. El hermano de su padre se llamaba José y, aunque su abuelo se llamaba Francisco, en 1820 hubiera tenido 91 años. Es muy posible que este Francisco hubiera sido otro hermano o primo de Rodrigo Castelazo Piña, pero hasta la fecha no he encontrado ningún otro registro de él. Si esto es cierto, el descubrimiento tiene una gran importancia pues podría haber una rama de Castelazos en México completamente independiente de los descendientes de Rodrigo que tenemos bien documentados.
Manuel, el tercer hijo, nació en Tula el 2 de julio de 1799 y tuvo un total de diez hijos, cinco de los cuales llegaron a una edad adulta con seguridad, una hija murió en la infancia y de cuatro no tenemos más registros que sus actas de nacimiento. Los cuatro primeros nacieron en la Ciudad de México entre 1826 y 1834 y los últimos seis en Huasca, entre 1836 y 1845. Las fechas de su residencia en México coinciden en parte con el tiempo en el que el padre de Manuel fue diputado pero su quinto hijo ya nace en Huasca en 1836, el mismo año en el que su padre tiene su último hijo con Rita Díaz.
Luis, el cuarto hijo, nació en Zimapán, Hgo., el 8 de julio de 1801 y, por lo que podemos apreciar en los registros, llevó una vida plagada de tragedias familiares. A los 31 años contrajo matrimonio con Ramona Baca Vergara, hija de Don Agustín Baca, administrador de las Haciendas de San Antonio, San Gerónimo y Tepesala, todas propiedad del Conde de Regla. El matrimonio tuvo cuatro hijos, pero en 1838, en una catástrofe posiblemente ocasionada por alguna enfermedad contagiosa, murieron cuatro miembros de esta familia. El 6 de abril murió el hijo mayor, de cinco años, de "la garganta"; dos días después muere la madre "de fiebre"; el 25 de abril fue el turno de José María, el tercer hijo, de dos años ,"de tos" y finalmente el 14 de junio muere el segundo hijo, de tres años, "de fiebre".
Luis desposó al año siguiente a Josefa Montaño y tuvo con ella seis hijos, cuatro de los cuales sobrevivieron solamente entre 9 días y dos años. Josefa murió de parto cuando nació su sexto hijo y su esposo seis meses después, lo cual estuvo a punto de extinguir esta rama de la familia. Sin embargo, el hijo que nació en el parto que le costó la vida a su madre, Pomposo Castelazo Montaño, vivió 54 años y llegó a ser presidente municipal de Huasca.
El sexto hijo del matrimonio Castelazo Badillo, José Rodrigo, que nació en la Ciudad de México en 1804, se distingue porque tuvo a su primer hijo en 1827 en Tlalpujahua, la tierra que su padre había abandonado 33 años antes para casarse con su madre. La residencia de José Rodrigo en Tlalpujahua parece haber sido breve pues su segundo hijo ya nace en Huasca, pero podría pensarse que su regreso al viejo terruño estuvo motivado por la presencia de algún pariente y esto reforzaría la teoría de que hay otros Castelazo que no proceden de Rodrigo Castelazo Piña. El tiempo y la investigación lo aclararán.
Albina Montaño 1825-1903 y su esposo José Castelazo Badillo 1804-?
Este último es el personaje más antiguo del que tengo una imagen en nuestro árbol genealógico.
Esta generación inició la residencia de la familia en Huasca y un buen número de sus descendientes permanecerán en esta población hasta la segunda mitad del siglo XIX. En otros blogs habrá oportunidad de comentar sobre algunos de ellos, que han tenido vidas destacadas e interesantes.
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