4. José Rodrigo Castelazo Piña (1)

El Rodrigo Castelazo que aparece como cabeza del árbol genealógico original tuvo una larga e interesante vida, con incidencias y peripecias que podemos a veces conocer y otras adivinar, a partir de los registros genealógicos. Afortunadamente, contamos con la carta que escribió José Rodrigo Castelazo al periódico "El Sol", en 1827, en la que nos cuenta muchos detalles de su vida.

En su acta de nacimiento se lee su nombre como "Joseph Rodrigo" pero en su acta de matrimonio con Josefa Badillo ya declara llamarse  "José Rodrigo Castelazo. Nuestro célebre antepasado nace en Tlalpujahua, Mich., y es bautizado el 21 de octubre se 1767. Sus padres fueron José Francisco Castelazo y Teresa Piña y sus abuelos paternos Rodrigo Castelazo y Casilda Pérez. Rodrigo nos relata en su carta que su familia se dedicaba a la minería desde que llegó a México en 1620. Tlalpujahua en aquella época era un pueblo minero y él se dedica a ese oficio desde muy joven, logrando con el tiempo gran éxito en las minas de Real del Monte, Hidalgo.

Después de su acta de bautismo, el siguiente registro con que contamos es su acta de matrimonio con Josefa Badillo Rivera, celebrado en la ciudad de Tula, Hidalgo, el 7 de enero de 1794. Doña Josefa, por su parte, fue bautizada el 29 de noviembre de 1772 en San José Atlán, Hgo. Curiosamente, su acta de bautismo indica que ella y su familia eran mulatos, sin embargo, en su acta de matrimonio, ya se registra como "española".

Aquí cabe preguntarse qué movió a Don Rodrigo para desplazarse de Tlalpujahua a Tula, contraer matrimonio con una mujer de esa  región y establecerse ahí. Tal vez existía alguna relación social o de negocios entre las familias, pero lo cierto es que, dada  la distancia entre las dos ciudades, hubiera sido más probable que permaneciera en Tlalpujahua, como lo habían hecho su padre y su abuelo.

Once meses después, en noviembre de 1794, nace en Tula su primera hija, Francisca. Ese mismo año fue nombrado perito facultativo por el Tribunal General de Minería de la Nueva España y dos años después, en 1796, nació mi tatarabuelo, Ignacio Ramón, en el Mineral del Doctor, en Querétaro. Este lugar, hoy "Pueblo Mágico", está en la Sierra de Querétaro, a una altitud de 2600 m sobre el nivel del mar y para llegar a él se requiere un viaje de dos horas desde la ciudad de Querétaro, pasando por peligrosos acantilados que ascienden lentamente a este mineral, que nos recuerda a Real del Monte.

¿Cómo se habrá trasladado un muchacho acompañado de su joven esposa, tal vez embarazada, y una hija de un año desde Tula hasta El Doctor en 1795? Solo puedo imaginar que el joven Rodrigo consideró que este paso era muy importante para su carrera y que la familia todavía estaba en edad para embarcarse en semejante aventura.

En 1798, Rodrigo Castelazo fue contratado por el Segundo Conde de Regla, Don Pedro Ramón Romero de Terreros Trebuesto y Dávalos, para encargarse de la administración general de sus minas en el mineral de Zimapán, que se encuentra en el actual estado de Hidalgo. Rodrigo comenta que el Segundo Conde, satisfecho de su desempeño en Zimapán, lo nombró administrador de sus "famosas haciendas de metales de Regla y sus anecsas (sic)", aunque tuvo que retirarse de ese encargo por motivos de salud. No se mencionan en la carta los años en los que ocurrieron estos sucesos pero sabemos por su acta de bautismo que su hija Dolores nació en Zimapán en 1802, por lo que el traslado a Regla debió haber ocurrido posteriormente.

Después de la tal vez corta estancia en Regla Rodrigo regresó a su patria chica de Tlalpujahua, donde fue administrador de las minas de la familia Fagoaga, una de las más poderosas de la colonia. En 1809 muere el Segundo Conde de Regla y en 1811, el Tercer Conde de Regla, Don Pedro José María Romero de Terreros y Rodríguez de Pedrozo, nombró a Rodrigo Castelazo "administrador y apoderado general de sus minas de la veta vizcaína en el Mineral del Monte y sus anecsas (sic)". El cargo que le había dado el Segundo Conde de Regla en las haciendas de Regla se refería solamente a las haciendas de beneficio que procesaban el mineral extraído de las minas en los alrededores de Real del Monte, conocidas de manera más precisa como "la veta vizcaína". El encargo del Tercer Conde de Regla, en 1811, era un puesto superior, pues se encargaba de la administración de las minas y las haciendas de beneficio en su conjunto.

A continuación se presentan los lugares y fechas de bautismo de los hijos de Rodrigo Castelazo y Josefa Badillo.

Francisca, Tula, Hgo., 1794.
Ignacio, El Doctor, Qro., 1796.
Manuel, Tula, Hgo., 1799.
Luis, Zimapán, Hgo., 1801.
Dolores, Zimapán, Hgo., 1802.
José Rodrigo, Ciudad de México, 1804.
Lorenzo, Tula, Hgo., 1806 y
Guadalupe, Ciudad de México, 1808.

Don Rodrigo y Doña Josefa cambiaron de domicilio por lo menos siete veces durante su matrimonio. Quiero pensar que algunas de estas mudanzas fueron motivadas por oportunidades de desarrollo profesional pues en algunos años más Rodrigo se convertirá en un personaje muy destacado en el panorama nacional.

Josefa Badillo muere en Huasca, Hgo., el 25 de febrero de 1816, a los 44 años, y deja viudo con ocho hijos a su esposo de 49. En otra comunicación hablaremos de la todavía larga vida que le queda a Don Rodrigo, de su segunda esposa y de sus otros seis hijos.

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